Como olvidar el estruendoso sonido de aquella madrugada del 1° de Junio que repercutió en el corazón de lxs incontroladxs rebeldes que muchas veces saboreaban esa música destellante de la explosión, y que ahora con amargura recibíamos la noticia, inundándonos de sofocantes sentimientos de amor y odio que no se hacían esperar. Ese mismo día donde los arrogantes y cínicos aparecieron por montón, mientras unos tantos otros se arrepentían de un decepcionante encuentro anterior con tu persona, el cual de una u otra manera quisieron borrar.
Recuerdo como inconscientemente juntabas a lxs lobxs que tímidamente mostraban sus dientes buscando ver si era uno mas de lxs personajes que merodean por ahí sumidos en el más profundo temor, o si era otro salvaje cachorro de nuestra camada que buscaba incansablemente la libertad. ¿Como olvidarlo?
Cuando las consecuencias materiales de esta guerra social te golpearon directamente, muchos trataron de esconderse, otros hicieron como que nunca te hubiesen conocido, que solo por coincidencia se hubiesen encontrado en algún lugar, biblioteca o actividad, corrieron a sus madrigueras temblando de miedo porque alguien que conocieron tuvo un desafortunado accidente manipulando un artefacto explosivo.
En este arduo y complejo camino también estuvimos aquellos que no volteamos ante los hechos, los que seguimos en pie de guerra y nos levantamos una y otra vez cuando cae unx de lxs nuestrxs, como cuando estabas a nuestro lado, desde acá te digo que hoy estas mas cerca que nunca. Te reconocemos como afin, como compañero, como amante, como un incondicional guerrero y como un travieso cachorro de nuestra camada, porque en la praxis te conocimos y discutimos en lo teórico, porque compartimos en la cotidianidad, de tus risas e incansables bromas, cuando hablabas una tras otra estupidez, el hambriento insaciable del cacho en la frente, del botón de pánico o como muchos te molestábamos “el sin estilo”, ese mismo que no se cansaba de cantar una y otra vez nefastas canciones en italiano.
Somos los mismo que por coincidencia nos encontramos en esta guerra social y que terminamos inseparables en una que otra conversación nocturna, alguna caminata bajo la lluvia o soñando con el complejo amor que nos trajo tantas penas y alegrías. Aquí estoy aprendiendo cada día que pasa de los errores, de nuestras discusiones, de las criticas reciprocas entre uno y otro, que busco con cada letra llevarte a volar, fugar tu mente del donde esta, ser la escofina que cortara los barrotes y desde la distancia darte un caluroso abrazo que haga salir tu mente de la prisión.
Este gesto solidario, busca sacarte una sonrisa, es un guiño rebelde y cómplice que te dice seguimos conspirando juntos como siempre, con proyectos, con sueños y con salvaje alegría.
Hermano mio que no se te olvide, seguimos en pie de guerra a tu lado inclaudicables… y como dijo un/a compañerx por ahí automáticamente “no estábamos preparado para esto…”
“…Todo el mundo esta que arde por tu regreso…”
Nunca Arrepentidxs
Nunca Derrotadxs
http://periodicoellibertario.blogspot.com.es/2012/06/un-ano-de-tu-accidente-seguimos-en-pie.html
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