En apoyo a la huelga minera
Miércoles 13 Junio 2012 at 9:51 pm.
Este es el tiempo que llevan los mineros en huelga
indefinida, casi 20 días sin trabajar en lucha por su futuro y por el de
sus hijos. Son 20 días sin recibir un sueldo, con la incertidumbre del
que pasará y jugándoselo todo, incluso la libertad (merced a una ley
antiterrorista hecha para encarcelar trabajadores), por ello.
En estos tiempos de
mojigatería, en el que asistimos sin inmutarnos, y sin valor para
afrontar los despidos, los recortes en nuestras condiciones de vida, los
multimillonarias subvenciones a la banca, los rescates... mucho debemos
aprender de los mineros, quienes se enfrentan sin miedo a aquellos que
pretenden dejarles un futuro decimonónico.
Es por ello que debemos defender las luchas mineras, porque son ejemplo, porque son justas y porque se lo debemos.
Son ejemplo de cómo afrontar un conflicto cuando el estado
decide finiquitar una actividad mandando a miles de trabajadores a la
calle negando el sustento para las casi 200.000 personas que viven de la
minería (directa o indirectamente), siguiendo los consejos de su socio
el capital, que las prefiere cerradas.
Es una lucha justa porque los recortes en los fondos
mineros anulan las becas de estudios en las comarcas mineras impidiendo
la formación de los más jóvenes, pero más aún, dificultan percibir los
salarios para los trabajadores y, sobre todo, eliminan las dotaciones en
materia de seguridad ¿Querríamos nosotros bajar a la mina en estas
circunstancias?
Y aunque parezca que no, también se lo debemos.
Muchas de las infraestructuras que hoy día tenemos, las autopistas,
centros deportivos y culturales, becas de estudio, parques tecnológicos,
rediversificación industrial, etc. Todas estas mejoras en nuestra
calidad de vida fueron cosechadas gracias a sus huelgas, a sus luchas
que duraban meses. Meses de miedo, calabozos, incertidumbre, falta de
alimentos...
Así que si nosotros no somos capaces de plantar cara
a la injusticia y de recuperar las riendas de nuestro destino para
regirlo, estamos, al menos, en la obligación moral de apoyarlos.
Porque además, en este momento no solo se libra una batalla por el mantenimiento del empleo, no al menos por parte del estado. Ellos
están librando una batalla contra toda la sociedad para ver si podemos
tragar también, y sin protesta alguna, que nos quiten, ya por la cara,
los trabajos, los sueldos, el paro (aún con mayor desfachatez y
llamándonos privilegiados).
Están librando una batalla contra el sindicalismo
para derrotarlo definitivamente. Alguno podrá pensar que ya era hora de
dar este paso y librarse de estas lacras. Teniendo en cuenta que los
actuales sindicatos son unos vendidos no podemos olvidar que nuestras
actuales condiciones de vida son mucho mejores que hace 100 ó 50 años,
todas ellas son herederas de sus luchas en la calle (como la de los
mineros), no en los despachos, pero luchas de sindicatos al fin y al
cabo.
Por último queremos realizar una advertencia:
Si las cuencas se van al carajo, el resto de Asturias va detrás, es por ello que su lucha ha de ser la nuestra.
¡Apoyemos las luchas mineras!
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