Pese a los repetidos engaños y mentiras del gobierno tratando de minimizar el rescate y ocultar sus consecuencias, nos encontramos ante un nuevo intento de socializar las pérdidas provocadas por años de rapiña bancaria y especulación financiera e inmobiliaria, mientras los beneficios se siguen acumulando a buen recaudo en manos privadas.
Las
condiciones de los “hombres de negro” supondrán que los
trabajadores y trabajadoras paguemos la factura de la quiebra
bancaria, mientras se afirma que no hay fondos para los servicios
públicos, las prestaciones, las pensiones, la educación, la
sanidad, etc. Las nuevas agresiones que se preparan están ya sobre
la mesa: subida del IVA, nuevos retrasos en la edad de jubilación,
endurecimiento de las condiciones para el cobra del subsidio y de las
prestaciones por desempleo, más recortes de derechos laborales y de
servicios públicos (sanidad y educación) que continúan y endurecen
la política que han venido impulsando los últimos gobiernos del
PSOE y el PP.
El
“préstamo” pone igualmente de manifiesto la farsa de una clase
política, que desde uno u otro color que se limita, sin ningún
poder real de decisión, a ejecutar las ordenes de las instituciones
financieras europeas e internacionales, para las cuales el bienestar
y los derechos de la clase trabajadora ni figuran entre sus
prioridades.
Ante
esto, la CNT viene defendiendo que la autoorganización social es la
única vía que nos queda ante la agresión permanente a nuestros
derechos. La CNT cree que la huelga general del 29 de marzo marca el
camino a seguir. Necesitamos reforzar las luchas que ya se vienen
impulsando desde distintos ámbitos, que deben confluir en
movilizaciones contundentes con capacidad y que es necesario seguir
reforzando la confluencia entre las organizaciones sindicales y los
movimientos sociales dispuestos a ir más allá de la política de
pacto social y desmovilización impulsada por CCOO y UGT.
Ante
la pasividad de estas organizaciones, CNT apuesta por la lucha, por
no cesar en la movilización durante el verano de 2012 , a la vez
que se pone en marcha un proceso conjunto, entre todas aquellas
organizaciones sindicales y movimientos sociales que desde distintos
territorios, sectores, y perspectivas estén dispuestos a construir
para este un otoño una movilización social generalizada con
capacidad real de enfrentar y revertir las políticas antisociales de
recorte de derechos, avanzando hacia un cambio radical de modelo
social y económico.
Los que sobran son los de siempre: Estado, Capital y Religión.
Su mundo nos destruye, construyamos el nuestro.
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