Reproducimos a continuación el texto que las Juventudes Libertarias de Madrid repartimos en la manifestación de CNT-AIT Madrid de este 1º de mayo, al que acudimos con bloque propio. A Samuel Fielden, Oscar Neebe, Michael Schwab, George Engel, Adolf Fischer, Albert Parsons, August Vincent Theodore Spies, Louis Lingg, asesinados por la burguesía y el estado americano, los anarquistas prometemos recuerdo y justa venganza.
Aquí el texto:
Destruir para crear. Crear para destruir.
“ La pasión por la destrucción es también la pasión creativa.” M. Bakunin
La sociedad moderna en la que los
individuos se desarrollan en el actual mundo occidental se encuentra
inundada de contradicciones:
Vivimos para trabajar bajo el yugo del
salario, que supone al mismo tiempo el robo de nuestras vidas; pero que a
su vez resulta indispensable si queremos poder optar a las necesidades
más básicas; y de esta manera, aumentamos cada vez más el poder de la
clase dominante y su engranaje de explotación.
Nos dicen que estudiemos como condenados
en sus escuelas y universidades para alcanzar una futura posición
social que nos permita vivir con cierta tranquilidad y bienestar; a la
par de pertrecharnos de un cierto capital cultural que aumento nuestro
prestigio en este mundo de apariencias. Nos dicen también que el estudio
nos dará saber y cierto grado de autonomía para defender nuestras
libertades y derechos… Pero por más que se estudie y avance en la
jerarquía de nivel de los estudios, más ignorantes se hacen los
individuos sobre la realidad social que les rodea y más adaptados a una
vida de sumisión voluntaria, de horarios, de normas, de jefes, de
dogmas, de rutina, de egoísmo… de muerte cotidiana.
El Capital mismo y su amante, el Estado,
desarrollan la eterna contradicción de destruir para crear. Destruir
los sueños, las voluntades, las conciencias, la imaginación, las ansias
de libertad del individuo; para crear obediencia, aislamiento y
uniformidad.
Destruye el autoestima de las personas
para crear traumas, miedos y sufrimiento psíquico; para que, de esta
manera, busquemos la felicidad en comprar nuevos productos, fármacos o
formas de ocio creados por el propio sistema que genera nuestras
debilidades y falsas necesidades.
Destruye el entorno natural –ríos,
montañas, mares…- para crear fuentes de extracción de materias primas,
para de este modo crear nuevos productos, que nosotros, los explotados
de cualquier parte del mundo, fabricaremos para luego tener que
consumirlos. De esta destrucción en términos ecológicos, se deriva la
creación de enfermedades y otros padecimientos, para los cuales el
sistema o, más bien, su engranaje en el que estamos insertos, creará
remedios que tendremos que costearnos, que en muchas ocasiones
destruirán nuestra salud y nuestra capacidad de acción. Destruye, el
Capital, en nombre del progreso, para crear un concepto del desarrollo
de la humanidad unido a la destrucción y aniquilamiento de la vida
natural.
Nos dicen también, que con la
destrucción de la disidencia a través de la criminalización, golpes,
prohibiciones, torturas, cárcel, heridos y muertos, crea y mantiene
nuestra “libertad”. Nos dicen, pues, que manteniendo nuestras muchas
cadenas que nos destruyen como personas, mantenemos las libertades y
derechos que ellos dicen habernos otorgado.
Pues bien, es hora que apliquemos de una
vez por todas, esa misma contracción, ese dualismo entre destrucción y
creación contra el sistema que lo desarrolla día a día. Que destruyamos
su propiedad privada, para construir la propiedad común o colectiva; que
destruyamos su autoridad, su delegacionismo y jerarquía social para
construir modelos organizativos horizontales, asamblearios donde los
propios implicados en las distintas problemáticas sean quienes decidan
sobre ellas en común e igualdad; que destruyamos su trabajo asalariado
para construir un modelo productivo controlado por los propios
trabajadores que atienda a las necesidades reales de las personas; que
destruyamos su educación que nos inculca sus valores de egoísmo,
competitividad… para construir una pedagogía que pretenda construir
individuos libres, solidarios y conscientes; destruyamos su cultura de
masas convertida en productos de consumo, para crear una cultura común,
libre, de y para nosotros mismos. Destruyamos sus valores, para crear
los nuestros: solidaridad, apoyo mutuo, acción directa, federalismo,
horizontalidad y autogestión.
Y esa destrucción no puede esperar al
mañana. Debe empezar desde el ya y el ahora; desde nosotres mismes y
nuestras propias organizaciones. Debemos aniquilar todo vestigio, todo
valor de la sociedad estatal capitalista de nuestro entorno, para así
poder combatirlos a niveles más generales. Debemos construirnos a
nosotres mismes en base a los valores de la ética libertaria. Nuestras
propias organizaciones, deben destruir y crear en su seno, aquello que
pretenden combatir y aquello que pretenden propagar. De otra manera,
estamos abocados a reproducir los valores del sistema, de la clase
dominante, de la Dominación; destruyéndonos como personas,
destruyendo nuestras organizaciones como proyectos revolucionarios.
Empecemos a construir la anarquía. Empecemos a destruir al Estado y al Capital.JUVENTUDES LIBERTARIAS DE MADRID
http://juventudeslibertariasmadrid.wordpress.com/
jjllmadrid@riseup.net
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