Al contrario que en España con los crímenes del Franquismo, los crímenes nazis no prescriben en Alemania.
"Tarde, pero no demasiado tarde". 68 años
después del final de la II Guerra Mundial, se reactiva la caza de los
últimos criminales de guerra nazis en Alemania con una campaña de
carteles.
Los carteles, muestran una fotografía en
blanco y negro de la entrada al campo de exterminio nazi de
Auschwitz-Birkenau bajo el titular «Operación Última Oportunidad».
La campaña, prevista en las principales ciudades del país, ha sido lanzada por el Centro Simon Wiesenthal, la organización no gubernamental que cada año compila una lista de los ex torturadores del Tercer Reich más buscados.
"Millones de personas inocentes fueron
asesinadas por criminales nazis. ¡Algunos autores están libres y vivos!
Ayúdanos a llevarlos ante la justicia", se puede leer. Le sigue un
número de teléfono.
Se recompensa con hasta 25.000 euros la información relevante.
"No tenemos mucho tiempo. Dos o tres años
como máximo",señala a France Press el historiador Efraim Zuroff,
director del Centro Simon Wiesenthal en Israel y uno de los "cazadores
de nazis", el más famoso en el mundo.
La operación tiene como objetivo descubrir
nuevos casos aún desconocidos para las autoridades, según el Centro.
Con ello se espera obtener pistas acerca de las personas que trabajaban
en los campos de exterminio o servían en el Einsatzgruppen.
Según él, unas 60 personas podrían ser
procesadas, ya que los crímenes nazis no prescriben en Alemania. "Había
cerca de 6.000 personas que trabajaban en los campos y los
Einsatzgruppen", explica el historiador. "Se estima que el 2% de ellos
todavía están vivos, unas 120 personas, y la mitad no podrían ser
encarceladas por razones médicas, así llegamos al número de 60
restante".
Dos casos, en Hungría y Alemania, han
demostrado recientemente que la búsqueda de la justicia no conoce
tregua. A mediados de junio, la Fiscalía acusó en Budapest a Laszlo
Csatari, de 98 años, por su presunta participación en la deportación de
12.000 judíos a los campos de exterminio. El anciano, que niega los
cargos, fue arrestado hace un año después de que los tribunales húngaros
fueran alertados por Efraim Zuroff. Se espera que su juicio comience a
mediados de septiembre.
En Alemania fue detenido a principios de
mayo Lipschis Hans, de 93 años, sospechoso de complicidad en los
asesinatos en Auschwitz, donde fue encargado. El nonagenario dijo que
había sido cocinero.
Su detención ha despertado un debate en
Alemania sobre el sentido de la justicia tan tardía. Algunos muestran su
malestar al ver la persecución continua de ancianos postrados en cama.
El ex guardia de un campo de Sobibor John Demjanjuk fue condenado en
2011 a 5 años de prisión y murió un año más tarde. Aparecía en una silla
de ruedas o en camilla, algo organizado según algunos.
Su veredicto creó una jurisprudencia con
la que cuenta el Centro Wiesenthal: como guardia en Sobibor fue juzgado
como responsables de los asesinatos que allí se perpetraron, a pesar de
la falta de pruebas y testigos.
Otro famoso cazador de nazis, el abogado
francés Serge Klarsfeld, apunta: "La justicia alemana es tan dócil como
en los años 50/60. En el momento en que podríamos haber juzgado a los
criminales, Alemania no hizo su trabajo. Hoy quiere juzgarlos, pero ya
no quedan".
Klarsfeld subraya que los nazi que siguen
en libertad eran muy jóvenes durante la guerra, y por lo tanto cumplían
funciones subordinadas sobre las que no queda rastro. Pero para Efraim Zuroff, "el tiempo no disminuye la culpa de los asesinos".En
los 33 años de caza de nazis, nunca he visto a un nazi que lo
lamentara", agregó. Estas personas que ahora se ven como ancianos
frágiles, en el pico de su fuerza física desplegaron toda su energía
para matar a hombres y mujeres inocentes".
http://elmilicianocnt-aitchiclana.blogspot.com.es/2013/07/alemania-el-centro-simon-wiesenthal.html
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