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En este panfleto que tienes entre tus manos te vamos a contar una pequeña historia real.
Érase una vez una empresa llamada Estudios, Novedades y Promociones, S.L., más conocida por los nombres de las editoriales que la conforman, La Librería y El Senderista. Durante los años de despilfarro, previos a la tan manida crisis (recordemos que los y las trabajadoras siempre vivimos en crisis), o lo que es lo mismo, la época de esplendor del terrorismo patronal y de su lucha por convertirnos en mano de obra cada vez más precarizada, esta empresa se creyó que todo el monte era orégano y "gestionó" esa bonanza como si el dinero lloviese del cielo. Amplió la librería una planta más, metió la editorial en un piso en la C/ Arenal cuyo alquiler mensual ascendía a casi los 2.500 euros, fagocitó con los años otra editorial creando Temporae y la revista Madrid Histórico, etc.
Bien, ahora viene la parte mala de esta historia. La parte patronal de la empresa pareció sorprenderse hace un año de las "pérdidas" (mejor sería decir que a la gente no se le caían los billetes de 50 euros de los bolsillos como hace unos años). Claro, ¿y cómo van a pagar ellos el plato roto? Tenéis razón, seremos las personas de siempre, las y los trabajadores. La empresa redujo salarios o jornada a la plantilla, reubicó las editoriales en la planta de arriba de la librería dejando -al fin- el pisazo de la C/ Arenal y no se renovó un contrato a una compañera. Aparte, hubo una entrada de socia capitalista en la empresa, metiendo una gran cantidad de dinero (sí, de esas que cualquiera de nosotras y nosotros nunca veremos salvo en los medios de comunicación), que supuestamente daba seguridad y tranquilidad a la empresa.
Pues con todo lo relatado, el pasado 11 de abril nuestro compañero Eloy fue despido de La Librería junto con la compañera del turno de la mañana al más puro estilo norteamericano ("Buenas, estás despedido"). Nuestro compañero se encontraba trabajando cuando el empresario, Miguel Tebar, le pidió reunirse y le despidió, sin más. Las excusas fueron a las que nos tienen acostumbradas: pérdidas económicas, la crisis... Resumiendo, repartiendo las pérdidas entre la plantilla, mientras que los beneficios durante la época de "bonanza", ¿dónde están? Mientras, para remediar este entuerto, ha aumentado jornadas para cubrir los puestos vacantes de los despedidos.
Ahora nuestro compañero se encuentra en la calle, con una hija y un hijo, con un subsidio de desempleo miserable (ha estado a jornada reducida durante estos 5 años para poder trabajar), una indemnización de 20 días por año trabajado y esperando a que el FOGASA le pague casi la mitad de dicha indemnización dentro de 4 años por lo menos, gracias a la ley de Reforzamiento de la Esclavitud conocida oficialmente como Reforma Laboral.
Ante situaciones como ésta existe gente luchadora y gente conformista y miedosa. Nuestro compañero ha decidido luchar por su puesto de trabajo, pedir la readmisión, porque lo que quiere es trabajar y llevar comida a casa para su hijo y su hija. De aquí el inicio de este conflicto que ha provocado la propia empresa con el Sindicato de Artes Gráficas adherido a la Federación Local de Madrid de la CNT-AIT.
Érase una vez una empresa llamada Estudios, Novedades y Promociones, S.L., más conocida por los nombres de las editoriales que la conforman, La Librería y El Senderista. Durante los años de despilfarro, previos a la tan manida crisis (recordemos que los y las trabajadoras siempre vivimos en crisis), o lo que es lo mismo, la época de esplendor del terrorismo patronal y de su lucha por convertirnos en mano de obra cada vez más precarizada, esta empresa se creyó que todo el monte era orégano y "gestionó" esa bonanza como si el dinero lloviese del cielo. Amplió la librería una planta más, metió la editorial en un piso en la C/ Arenal cuyo alquiler mensual ascendía a casi los 2.500 euros, fagocitó con los años otra editorial creando Temporae y la revista Madrid Histórico, etc.
Bien, ahora viene la parte mala de esta historia. La parte patronal de la empresa pareció sorprenderse hace un año de las "pérdidas" (mejor sería decir que a la gente no se le caían los billetes de 50 euros de los bolsillos como hace unos años). Claro, ¿y cómo van a pagar ellos el plato roto? Tenéis razón, seremos las personas de siempre, las y los trabajadores. La empresa redujo salarios o jornada a la plantilla, reubicó las editoriales en la planta de arriba de la librería dejando -al fin- el pisazo de la C/ Arenal y no se renovó un contrato a una compañera. Aparte, hubo una entrada de socia capitalista en la empresa, metiendo una gran cantidad de dinero (sí, de esas que cualquiera de nosotras y nosotros nunca veremos salvo en los medios de comunicación), que supuestamente daba seguridad y tranquilidad a la empresa.
Pues con todo lo relatado, el pasado 11 de abril nuestro compañero Eloy fue despido de La Librería junto con la compañera del turno de la mañana al más puro estilo norteamericano ("Buenas, estás despedido"). Nuestro compañero se encontraba trabajando cuando el empresario, Miguel Tebar, le pidió reunirse y le despidió, sin más. Las excusas fueron a las que nos tienen acostumbradas: pérdidas económicas, la crisis... Resumiendo, repartiendo las pérdidas entre la plantilla, mientras que los beneficios durante la época de "bonanza", ¿dónde están? Mientras, para remediar este entuerto, ha aumentado jornadas para cubrir los puestos vacantes de los despedidos.
Ahora nuestro compañero se encuentra en la calle, con una hija y un hijo, con un subsidio de desempleo miserable (ha estado a jornada reducida durante estos 5 años para poder trabajar), una indemnización de 20 días por año trabajado y esperando a que el FOGASA le pague casi la mitad de dicha indemnización dentro de 4 años por lo menos, gracias a la ley de Reforzamiento de la Esclavitud conocida oficialmente como Reforma Laboral.
Ante situaciones como ésta existe gente luchadora y gente conformista y miedosa. Nuestro compañero ha decidido luchar por su puesto de trabajo, pedir la readmisión, porque lo que quiere es trabajar y llevar comida a casa para su hijo y su hija. De aquí el inicio de este conflicto que ha provocado la propia empresa con el Sindicato de Artes Gráficas adherido a la Federación Local de Madrid de la CNT-AIT.
¡NO SOMOS MERCANCIA DE USAR Y TIRAR!
¡ORGANÍZATE PARA ACABAR CON EL TERRORISMO PATRONAL!
¡POR LA READMISIÓN DEL COMPAÑERO DESPEDIDO EN LA LIBRERÍA!
Sindicato de Artes Gráficas, Comunicación y Espectáculos
Plaza de Tirso de Molina, 5. 6º Derecha.
Teléfono: 91 369 09 72 / 692 022 864
web: graficas.cnt.es
mail: graficas_madrid@cnt.es
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