A día 22/05/2013 recibo la sentencia del juicio que tuve hace dos
semanas. Me obligan a pagar 1753,36€ y a tenerme en arresto domiciliario
3 días. Aparte de tener que pagar, gracias a las nuevas leyes, todos
los costes del juicio. ¿Mi delito? Ser anarquista.
Y afirmo esto
con total seguridad. Que no esté por escrito literalmente en la
sentencia no quita que la función de esta sentencia sea reprimir los
movimientos políticos. ¿Por qué digo esto?
Narrare lo justo y necesario, tal como hice en el juicio.
Es 28 de marzo del año pasado, de madrugada. Falta poco menos de un día
para la huelga del 29M (paro de 24horas, más mediático y apagafuegos
que otra cosa por parte de los sindicatos comprados). Vi a una patrulla
de policía que se metió en dirección contraria persiguiéndome, entonces
salí corriendo. ¿Por qué lo hice? Daré la misma respuesta que di en el
juicio. “La policía da miedo”. Ellos son los verdaderos terroristas. Ni
la PAH, ni los anarquistas de Sabadell ni nada. Es el cuerpo represivo
del Estado el que atemoriza a nosotros, los explotados. Llevaba encima
un bote de spray que se ve que por correr, me lo dispare, manchándome
tanto las dos manos enteras como la sudadera. Un policía me persiguió
corriendo, y el otro policía en su coche. El que iba corriendo era
incapaz de cogerme, a lo mejor si no hubiera estado gritan “hijo de
puta, te voy a matar, para cabrón” y demás lindeces hubiera tenido más
efectividad. El que conducía intento arrollarme pero logré esquivarle.
Tras unos minutos corriendo tuve que parar, el corazón iba a estallarme y
no tenia donde esconderme, así que me entregué.
Nada más hacer
esto, y con la inercia de la carrera, el policía que me perseguía, me
dió un buen puñetazo, tras este primer golpe, los demás llovieron, uno
tras otro. Cuando me derribó,y ya en el suelo indefenso, siguió
pegándome patadas (recordemos que la policía utiliza un calzado
especial, especialmente doloroso). Me estuvo pegando hasta que llegó el
que conducía, el cual casi me atropella si no es porque pude esquivarlo.
Dentro del coche la cosa no fue mejor, siguieron apaleándome.
Una vez dentro del furgón buscaron pruebas de cualquier delito cercano.
Encontraron una pintada en el CEU que decía “CEU NO RESPETA DERECHO A
HUELGA (y una A circulada)”. Nada más ver la A de anarquía el policía
que corrió, abrió la puerta del coche y volvió a pegar patadas al grito
de “¿encima anarca? Anarca de mierda, yo te mato”. De camino a comisaria
yo les preguntaba si allí podría hacer una llamada. Ellos no paraban de
reírse de mí. Al llegar, solo recibí insultos y vejaciones, nada nuevo
bajo el sol. Uno de ellos me reconoció como militante de CNT. El jefe de
la comisaria decía que yo era un chaval comprado por UGT para hacer
pintadas. Este singular personaje se me acercó para decirme “que pena
que no esté Paquito, hubiéramos terminado rápido”, mientras que sus
compañeros reían “si, que pena” “con Paquito se estaba mejor”. Otro de
los comentarios que oí fue un comentario machista de un policía que
decía de meterse en la celda con una mujer presa. No sé cuánto tiempo
pasó exactamente, si fue 30 minutos o 2 horas. Ni me leyeron los
derechos ni me dejaron hacer la llamada a pesar de mi insistencia (paré
porque amenazaron con darme más).
Me abandonaron en el Centro de
Alicante, a varias horas de mi casa andando. Menos mal que tenía
algunas monedas con las que pude hacer una llamada. Fui a Urgencias, a
que me hicieran un parte médico. Me diagnosticaron policontusiones
(muchas hostias) y me dijeron que los moratones aparecían a los dos
días. Yo dije que me lo hicieron dos fascistas, que para el caso es lo
mismo. El médico me dijo que para que valiera la denuncia con los
moratones, las fotos debía echármelas la policía. Por supuesto que no
denuncie ni fui a echarme las fotos. No reconozco ninguna autoridad,
además de que no soy tan idiota como para volver a que me den otra
paliza.
Pasa el tiempo y no por ello mengua mi militancia.
Participo en las huelga (haciéndola y en la manifestación) y sin
doblegar mis principios. Llega la denuncia más de un año después, por lo
que puedo afirmar que el juicio es inválido, por superar los 6 meses
debe prescribir el delito.
El abogado que lo llevaba lo primero
que hace es preguntarme si me conocen de algo personal. Han estado todo
este tiempo intentando que el juicio sea por delito (cárcel) y no por
faltas (multa), argumentando que había agredido al policía. ¿Por qué
hacen esto? Vamos a pensar que no es solo por la vergüenza que debería
sentir el policía al pedir una baja de 35 días por hacerse daño pegando,
vamos a suponer que van a por mí. ¿Pero es que soy alguien especial?
Para nada, soy uno más entre todos los explotados. La diferencia es que
soy consciente de ello, y saben que lo soy. Saben quién es el que
organiza actividades de carácter libertario en Alicante, quien está con
el megáfono en las manifestaciones gritando “Muerte al Estado y Viva la
Anarquía”.
El juicio pasa con el típico espectáculo de estos
burócratas. El policía afirma que NO me vio hacer la pintada, su única
prueba es mis manos llenos de pintura y la (A). También afirma que
“forcejeé” con él hasta que llegó el policía que conducía. ¿Qué tipo de
forcejeo se realiza desde el suelo mientras te están pegando patadas?
También dice que estuvo de baja 35 días por un esguince en el dedo y un
desgarro muscular en el bíceps femoral. Tras aquel circo, salgo
inquieto. No por el juicio en sí, sino por el hecho de que la policía
haya pedido explícitamente sin razón aparente que el juicio vaya por
delito.
Hoy tengo la sentencia en mis manos, se me acusa:
· Desobediencia a los Agentes de la Autoridad = 120€
· Falta de deslucimiento de bienes inmuebles = 3 días de arresto domiciliario
· Indemnización al Agente del CNP 1400€ por la baja de 35 días.
· Pagar los costes de la limpieza del muro = 233,36€
· A todo esto le deberé de sumar los costes del juicio.
Todo ello suma 1753,36€ y 3 días de establecimiento + costes del juicio. Con esto quiero dejar claro varias cosas:
1.- Ni la policía ni yo afirmamos que la pintada haya sido obra mía,
por lo que los 233,36€ y los 3 días de arresto domiciliario son
ilegítimos.
2.- Que la indemnización es del todo absurda. No voy
a pagarle 1400€ a una persona por pegarme. Ni la baja tuvo que ser tan
larga por un esguince y un tirón, ni es responsabilidad mía la fuerza
con la que golpea este loca academia de policías.
3.- Que la
desobediencia es en el día a día. Que yo no reconozco a la autoridad
antes, mientras y después de las huelgas. Así que múltenme por cada día
de mi miserable vida, y más si es la policía corriendo mientras suelta
de todo por la boca detrás de mí.
4.- Que el juicio al hacerse con posterioridad a los 6 meses queda, según sus leyes, prescrito. Esta sentencia es papel mojado.
Desmontando cada argumento de la sentencia solo queda preguntarse
porque atacarme de esa manera. Repito: soy anarquista. Pero la represión
no es suficiente para doblegarnos. Ya lo decía Durruti: “Los
anarquistas salen más firmes en su convicción al salir de la cárcel”.
Un mensaje a los anarquistas y a los explotados de todo el mundo.
Nuestra única arma es la solidaridad. La cobardía y la frustración no
entra en nuestros planes.
Salud y anarquía.
Por un compañero de CNT Alicante