El anarcosindicalista José Manuel García Sanz dijo ayer que en 1934 los socialistas en Asturias y en el resto de España “pretendían un cambio político, no una revolución social”.
La charla de Sanz tuvo lugar este viernes pasado en la Casa del Pueblo de la CNT de Gijón, dentro de los actos organizados por el grupo anarquista Higinio Carrocera para conmemorar el 80 aniversario de la comuna asturiana de 1934. El próximo viernes repetiremos Los anarquistas en la Revolución de octubre de 1934 en La Felguera. Será el día 24, a las 19,30 horas en la Casa de la Cultura de esta localidad langreana.
Sanz, exsecretario de la regional asturiana y de la local de Candás de la CNT, hizo un repaso sobre los antecedentes históricos del anarquismo, habló de sus diferentes sensibilidades, desde la Primera Internacional- Luego relató el nacimiento de la UGT todo ello para confluir en la Alianza Obrera que se suscribió entre CNT y UGT en 1934 y que dio mecha a la Revolución asturiana. También habló de los orígenes del Partido Comunista, más tardío que las otras organizaciones obreras y del Bloque Obrero y Campesino “comunistas contra el oficialismo comunista y su satelitismo de la URSS”.
Todas estas organizaciones y otras tuvieron participación en la Revolución de octubre de 1934. Por parte del anarquismo, las primeras propuestas para crear una alianza obrera parten de varios presos anarquistas detenidos por su implicación en la intentona revolucionaria de 1933. Propusieron al comité regional de Asturias y León una alianza para hacer la revolución social. Sanz citó un escrito del Archivo de Salamanca en el que parece ser que uno de sus principales promotores fue Avelino González Entrialgo.
A partir de esta iniciativa se entablan conversaciones con los ugetistas y finalmente en marzo de 1934 se realiza un pleno regional que nombra una comisión para estas negociaciones.
Los socialistas, explicó Sanz, pretendían un programa cuyo objetivo era la instauración de una República Socialista Federal y la conquista del poder por la clase obrera y que en el momento en que se constituyera el nuevo estado, se disolvería la Alianza. “Si eso hubiera ocurrido, al día siguiente de disolverse la alianza las corrientes autoritarias y antiautoritarias estarían en la calle pegándose tiros”, explicó.
Sanz aseguró que la CNT solo quería que el pacto fuera de caracter obrero y estuviera firmado solo por UGT y CNT y el resto de los partidos políticos que lo apoyaran en calidad de colaboradores. Había una coincidencia entre ambos sindicatos en su hostilidad hacia el PCE, que buscaba la unión por abajo de los trabajadores pero orientados por una vanguardia. Finalmente la CNT elimina del texto el término República. Se empieza entonces a crear comités locales.
Pronto se verá que los socialistas no quieren que la CNT tenga poder, y empiezan a faltar armas en Gijón (Asturias tenía entonces 30.000 afiliados de los cuales la mitad estaban en Gijón y el resto en La Felguera y en otras localidades).
Sanz explicó también que Gijón era más proclive a la Alianza que La Felguera, de sensibilidad más anarquista al estilo clásico,. pero a pesar de ello “una vez se firmó la alianza los felguerinos se lanzaron a la Revolución y proclamaron el comunismo libertario en su pueblo. Algunos anarcosindicalistas se quejaban de que la alianza se había hecho “desde arriba”. Ese conflicto interno entre aliancistas y antialiancistas también se dio en Gijón y se tardó en nombrar delegados porque no podían garantizar el apoyo total de la CNT a la Alianza.
Explicó Sanz los motivos por los que en el ámbito nacional la Revolución no triunfó. Una de las razones fue porque la CNT en el resto de España no quería alianza. Solo los asturianos siguieron adelante, incluso contra el criterio de la Confederación y sabiendo del riesgo de que les expulsaran. También explicó que no toda la Regional apoyó la alianza y que Palencia y León no la suscribieron.
Por su parte explicó cómo los comunistas se habían opuesto desde el principio a la Revolución y llamaban a la alianza “la de la traición” aunque luego “siguiendo con su oportunismo político” se sumaron por un cambio de estrategia. Explicó cómo poco a poco los comunistas, pese a ser minoritarios, van copando cargos y si en el primer comité revolucionario apenas tenían presencia en el segundo ya son mayoritarios.
También explicó que en cada zona de Asturias la Revolución adoptó distintas peculiaridades en función de que la mayoría fuera socialista o anarquista y que en las zonas anarquistas se permitió mayor libertad, se abolió el dinero y la propiedad y se instauró el comunismo libertario, mientras que en las zonas controladas por la UGT había un mayor autoritarismo. En Mieres, dominado por los socialistas “abundaban las proclamas dictatoriales y los manifiestos amenazantes, mientras que en La Felguera no se amenazaba a nadie. En Grado llegó a ver dos manifiestos de la CNT, de distintas sensibilidades y también se proclamó el comunismo libertario”.
Sanz dijo que si la Revolución hubiera triunfado se hubieran producido muchos problemas entre socialistas y anarquistas, porque a los socialistas “solo lo interesaba lo que siempre habían querido, intentar tocar pelo”.
Tras la charla hubo un animado debate
http://grupoanarquistahc.wordpress.com/2014/10/18/sanz-los-socialistas-querian-un-cambio-politico-no-la-revolucion/
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Vivir en Anarquía Total, Anarquia es el Orden Revolucionari(A)
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