martes, 7 de febrero de 2012

Venezuela: La economía permanece incólume

lunes 6 de febrero de 2012


Por Humberto Decarli        

Terminado el año es propicio y pertinente una recapitulación de lo acontecido en el 2011. Ha sido un período accidentado porque a pesar de haber un ingreso abundante en petrodólares la economía continúa presentando y profundizando los problemas de los años precedentes.
            Ciertamente el precio del barril se encuentra al alza y sigue la bonanza de los lapsos anteriores lo cual ha incidido en un incremento del P.I.B. Esta situación ha regocijado al ejecutivo por haber un aumento de la producción de bienes y servicios sin importarles las circunstancias que redundan en dibujar un panorama poco augurante.
            La dependencia del petróleo se ha ampliado como lo demuestra que de cada 100 dólares exportados 95 provienen de los hidrocarburos ratificando el rentismo como modalidad. Igualmente nos consolidamos como una economía de puerto dada la infinitud de las importaciones para cubrir un amplio espectro del consumo nacional.
            Los dígitos que se han mantenido haciendo secuencia con los últimos años es el de la inflación. Poseemos la más alta de América Latina y los diseños gubernamentales en esta materia no han podido reducirla. Aunado a la precariedad de los ingresos de los trabajadores la resultante es un déficit generador de angustia en la gente.
            La tendencia es que el Estado controle cada vez más la actividad económica con un significado claro: hay mayor dependencia del Estado, quien con su disponibilidad de efectivo trata, con una mentalidad eminentemente asistencial, de reducir episódicamente los problemas básicos.
            El sector privado es quien produce más bienes y servicios. Asume un 70% del P.I.B. frente a un 27% del público y menos del 3% a la social, coyuntura que desnuda el carácter no socialista de la economía venezolana. Incluso el factor trabajo se ha reducido en la generación de estos rubros.
            En el plano de la deuda atisbamos su elevación por la búsqueda de liquidez por parte del Estado. Además de los acreedores tradicionales como la banca emerge China como el principal gracias al mecanismo crediticio llamado el Fondo Chino pagado con la factura petrolera. Tanto la interna como la externa es indetenible y resulta paradójico contraerlas en época de abundancia.  
            El gobierno critica abiertamente al ALCA porque no comprende a la energía en su agenda pero sí asume una participación abierta en el Plan Mesoamérica para llevar gas al sur de los Estados Unidos desde Colombia pasando por Centroamérica y México.
            Asimismo, el país forma parte activa en el I.I.R.S.A. (Integración de la Infraestructura de la Región Sur Americana) y de allí la amplia relación comercial con Brasil para el traslado de la biomasa y minerales desde la Amazonía a través de Guayana hacia el Atlántico. Tanto este mecanismo como el anterior son eminentemente capitalistas.
            Igualmente ha aumentado el desempleo y el sector informal de la economía gracias a la contracción del área industrial y a una dinámica dirigida al control del Estado de todo el espectro económico.
            No hay razones para pensar en un cambio de ruta porque cada día se apuntala el aparato gubernamental como el gran interventor y sobre todo el 2012 por ser electoral. Sin embargo, esta conducta está condicionada por los ingresos petrolero cuya proyección indica será alrededor de 90 dólares el barril pero continuaremos en el laberinto de una bonanza fiscal acompañada de inflación, deuda y precariedad. 

1 comentario:

  1. Muy buen blog. Les paso el mio que es mayormente en ingles y tambien partes en español.

    http://standinfreedom.wordpress.com/

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