sábado, 11 de febrero de 2012

Primarias: Anales de un saco de gatos

sábado 11 de febrero de 2012


Por Humberto Decarli R.
El panorama presentado por la coalición opositora no es precisamente el mejor. Su afán por ser legalista para olvidar el pasado conspirativo la hace demasiado formalista e incluso la distrae al contraerse a una actividad eminente y exclusivamente electoral. Las demás agendas, la económica, social, ambiental, de derechos humanos, cultural, política y otras, están preteridas por la unilateralidad de tal orientación.
Conformación de la M.U.D.
La Mesa de Unidad Democrática (MUD) es una liga abigarrada cuyo denominador común es confrontar al chavismo y ése realmente es el único factor de unidad. Se han alineado de acuerdo a criterios pragmáticos en varias formaciones de acuerdo al candidato presidencial y en los comicios regionales y locales efectúan alianzas circunstanciales. En síntesis, la búsqueda de la Mesa de la Unidad es la salida y derrota del presidente Chávez para llevar a cabo una administración basada en algunas consideraciones distintas periféricamente de la gubernamental. Buscan cualquier solución menos mala sin ruptura de los lineamientos esenciales de la democracia formal y el populismo.
Tienen su soporte económico en el sector financiero, la banca y los seguros, quienes han sustentado las campañas de la época puntofijista y chavista. La misma gente que invierte para obtener resultados a posteriori, cuando tengan éxito parcial o generalmente. Son eventos caros donde se debe pagar una costosa publicidad y erogaciones operativas elevadas, como por ejemplo, el de las encuestadoras cada vez más incrementados y cuyos resultados son harto dudosos. También las movilizaciones son costosas y se fundamentan en el clientelismo, aupadas por las gobernacines y alcaldías controladas.

Originalmente se perfilaron tres frentes: uno socialdemócrata, integrado por UNT, ABP y AD; otro socialcristiano, con Copei, Primero Justicia, Proyecto Venezuela y Convergencia; y el autocalificado de izquierda, con la participación de la Causa R, el P.P.T., PODEMOS, Bandera Roja, el MAS y Vanguardia Popular. Las razones de oportunidad y conveniencia acabaron con estas proposiciones porque se desplazaron hacia quienes presentaran mejores ofertas. El último de los frentes se fue a pique debido a que su candidato presidencial, Henri Falcón, se vio disminuido en las encuestas y se produjo la estampida hacia otros espacios.
Precandidatos y Apoyos
El candidato Henrique Capriles Radonski es el abanderado de su partido Primero Justicia, nueva versión criolla del Partido Popular español (la vieja es el debilitado COPEI). Es una organización conservadora con una postura cuasi demócrata-cristiana combinada con criterios liberales en materia económica y social. Es apoyado por la Causa R, antiguo partido marxista fundado por Alfredo Maneiro, cuyos esfuerzos hoy sólo apuntan a su sobrevivencia; PODEMOS, escisión del MAS, que al ser excluido del gobierno hace su movida oportunista hacia el actual gobernador de Miranda; el P.P.T., un fraccionamiento de la Causa R y hasta hace poco tiempo integrante de la gestión gubernamental; y Vanguardia Popular, una división de Bandera Roja.
Pablo Pérez, el gobernador de Zulia, es el escogido por Un Nuevo Tiempo, partido de raíz regional zuliana, derivado de AD y con algunas incorporaciones desde los viejos partidos. Ha sido además respaldado por una expresión variopinta como AD, COPEI y Bandera Roja.
Leopoldo López es la expresión de Voluntad Popular, secuela de Primero Justicia con una pasantía en UNT, contando adicionalmente con apoyo de Convergencia y Proyecto Venezuela. Los otros precandidatos, Diego Arria, María Corina Machado y Pablo Medina, conforman liderazgos al margen de las organizaciones tradicionales pero con escasa audiencia nacional.
Considerando a cualquiera de estos contendientes que fuese a competir con Chávez, si las elecciones se efectuaran cuando se escribe este artículo, el ganador sería el Jefe del Estado, como lo demuestran casi todos los sondeos electorales, a causa de la manipulación exitosa de su enfermedad, el magistral manejo de su carisma, la combinación espectáculo-clientelismo que sirve para domesticar a tantos, y el ventajismo abierto desde el gobierno reforzado con el apoyo irrestricto del ente electoral y demás poderes del Estado.
La oferta electoral opositora
La oposición limita sus esfuerzos hacia la actividad comicial y casi no opina sobre los demás aspectos de la vida nacional por razones obvias, porque simplemente quieren ser la opción electoral alterna y aumentar la polarización a fin de impedir cualquier otra posibilidad a presentarse. Al chavismo también le interesa esta orientación porque vive de la confrontación, como lo aconsejaba el teórico nazi Karl Schmidt, y necesita un contendor formal que en el fondo no represente una postura diferente al contexto de la democracia clientelar.
Además, los ofrecimientos propuestos por los precandidatos son de competencia con el poder en cuanto a populismo, ofreciendo más empleos, más vivienda, mejor educación, más seguridad y menos corrupción sin determinar la metódica para alcanzarlos. Asimismo se aprecia en la alianza opositora el empleo erróneo de políticas electorales dirigidas a las capas medias donde dominan y en medio del empobrecimiento del país cada día son menores cuantitativamente. No hay un objetivo ni mensaje para las clases populares donde reside el grueso del electorado.
No obstante, se guarda silencio sobre aspectos álgidos de la vida nacional como los derechos laborales, la política ambiental, la impune acción asociada de policías y delincuentes, la violencia de la fuerza armada expresadas en las masacres de El Amparo, Llano Alto, La Paragua y San Camilo, el sicariato sindical y obrero, la criminalización de la creciente protesta social, la política exterior económica en lo atinente al I.I.R.S.A. y el Plan Mesoamérica, la entrega del petróleo y el gas al capital transnacional vía empresas mixtas, la explotación del carbón en el Zulia y otros puntos fundamentales para un cambio de gestión.
Conclusiones
El espacio opositor cree marchar hacia una salida electoral exitosa por el pésimo desempeño oficial, pero realmente no ofrece nada distinto a una proposición populista; en las circunstancias actuales es desventajosa su fórmula de plan de gestión porque tiene enfrente a un Estado poderoso desde el ángulo financiero, sin escatimar ningún esfuerzo para colocar e inclinar ese apoyo hacia el sector chavista en la campaña electoral.
A pesar de la ineficacia gubernamental, estimamos que la oposición tiene por delante una tarea ciclópea para remontar la ventaja de su par, debido a que representa la misma opción del sistema social imperante. Son las oscilaciones enmarcadas dentro del esquema de poder así como lo es el P.P. y el P.S.O.E. en España, el P.R.I., el P.A.N. y el P.R.D. en México o los republicanos y demócratas en Estados Unidos. Son las ofertas presentadas por la dominación de la sociedad para garantizar su pervivencia, estimulando una ilusa polarización y así distraer a la colectividad creando falsas esperanzas.
Finalmente, vale la pena traer a colación la declaración reciente del escritor Fernando Vallejo, quien al recibir un premio en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara declaró que el opositor P.R.I. en México era la representación de los carteles de la droga, y que la mejor postura era abstenerse de votar en la elección presidencial, porque apostar al mal menor era inmoral. Palabras valiosas por quien las pronuncia y por la justeza ética y realismo de su contenido.

 http://periodicoellibertario.blogspot.com/2012/02/primarias-anales-de-un-saco-de-gatos.html

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