sábado, 17 de noviembre de 2012

Felip Puig achaca a la "mala suerte" lo ocurrido con el niño herido en Tarragona




Esta agresión se suma a la que sufrió un niño de 13 años en Tarragona, cuando por “mala suerte” un agente le abrió la cabeza de un porrazo. En las imágenes se ve también como otro agente aprovecha que el niño está en el suelo llevándose las manos a la cabeza para pegarle otro golpe de porra. El conseller de l’Interior, Felip Puig, ha reconocido que el niño no participaba en ningún piquete y que se ha abierto una investigación. Aún así, ha asegurado que el agente, que aparece en las imágenes persiguiendo a otro chico a golpes de porra, actuaba “en defensa de su persona”. Los padres del menor herido ya han avanzado que denunciarán los hechos.

En las imágenes también se ve como un agente agrede, primero con el escudo y luego a golpes e porra, a una chica que le está recriminando que peguen a un niño. De nuevo, cuando la chica se queda con las manos en la cabeza, aparece otro agente y vuelve a golpearla. En su intervención, Puig ha asegurado que también se investigará esta agresión.

El conseller, que según ICV y la CUP tendría que dimitir por estos hechos, ha dicho que se debe tener en cuenta el “contexto de una jornada compleja” y ha terminado diciendo que valora de manera “muy positiva” el trabajo de los Mossos. Incluso ha explicado que ayer felicitó al director de la policía y a los responsables de la policía catalana.

Los agentes antidisturbios de los Mossos d’Esquadra, como la mayoría de cuerpos policiales, tienen órdenes de utilizar “la mínima fuerza indispensable”. Puig ha asegurado que sólo intervienen cuando “se pone en riesgo la integridad de los agentes, la de los ciudadanos o la de los establecimientos”.
 
 
 
 

1 comentario:

  1. Pobrecitos lo hicieron en defensa propia, temían por su vida,además a ellos les dolió más que a este peligroso terrorista en potencia, mirad que cara de sádico, da pánico. Y la chica a la que tuvieron que acariciar suavemente con la porra para tranquilizarla, también amenazó seriamente la vida de los dos agentes que tuvieron que defenderse de la terrible agresión de la que eran objetos.

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